
Funcionamiento de una PTAR Anaeróbica con FAFA
Las Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) Anaeróbicas son sistemas diseñados para depurar aguas residuales a través de procesos biológicos en ausencia de oxígeno. A diferencia de los sistemas aerobios, que requieren equipos de aireación y un consumo constante de energía, los sistemas anaeróbicos utilizan bacterias que trabajan en condiciones sin oxígeno, descomponiendo la materia orgánica y transformándola en compuestos más simples, principalmente metano (CH₄) y dióxido de carbono (CO₂).
El funcionamiento inicia con un pretratamiento, donde se retiran sólidos gruesos mediante cribado y, en muchos casos, se instalan trampas de grasas para evitar interferencias posteriores. Posteriormente, el agua ingresa al FAFA (Filtro Anaeróbico de Flujo Ascendente), que constituye el corazón de la PTAR Anaeróbica. En este reactor, el agua fluye de manera ascendente a través de un medio filtrante en el que se desarrolla una biomasa bacteriana adherida. Esta biomasa degrada la materia orgánica, mientras que los sólidos sedimentables se acumulan en el fondo, donde también son digeridos de forma parcial.
Dentro del FAFA, las bacterias anaeróbicas llevan a cabo un proceso en varias fases: la materia orgánica compleja se transforma primero en ácidos grasos volátiles, que luego son degradados para producir biogás. Este gas puede liberarse a través de sistemas de ventilación controlada y, en instalaciones más avanzadas, incluso aprovecharse como fuente de energía.
Las PTAR Anaeróbicas con FAFA presentan varias ventajas. Son sistemas de bajo consumo energético, ya que no necesitan aireación mecánica, y sus costos de operación son reducidos frente a los sistemas aerobios. Su instalación es relativamente sencilla y su mantenimiento no exige una alta complejidad técnica. Además, muestran un mejor desempeño en climas cálidos, donde la temperatura favorece la actividad de las bacterias anaeróbicas, acelerando los procesos de degradación de la materia orgánica.
Sin embargo, estas plantas también presentan limitaciones. Uno de los principales desafíos son los malos olores que se generan por la producción de gases como sulfuro de hidrógeno (H₂S), especialmente si no existen medidas de ventilación o sellado adecuados. Este aspecto puede ocasionar molestias en comunidades cercanas, por lo que es necesario implementar sistemas de mitigación de olores.
Otra limitación importante es que, aunque los FAFA logran reducir de manera significativa la demanda bioquímica de oxígeno (DBO) y los sólidos suspendidos totales (SST), presentan deficiencias en la eliminación de nutrientes como fósforo y nitrógeno. Esto impide que alcancen por sí solos los parámetros exigidos por el Acuerdo Gubernativo 236-2006 en Guatemala, normativa que regula la calidad de las descargas de aguas residuales. En consecuencia, cuando el proyecto requiere cumplir plenamente con dicha regulación, las PTAR Anaeróbicas deben complementarse con procesos adicionales de tratamiento secundario o terciario, como reactores aerobios, precipitación química o filtración avanzada.
En conclusión, una PTAR Anaeróbica con FAFA constituye una alternativa práctica y económica para reducir la carga contaminante de las aguas residuales, sobre todo en comunidades rurales o proyectos de bajo impacto localizados en zonas cálidas. No obstante, sus limitaciones en cuanto a olores y a la remoción de nutrientes hacen recomendable combinar este tipo de sistema con tecnologías complementarias que garanticen un tratamiento integral y el cumplimiento normativo.
